Peter Yang en el recuerdo

Enterado el mes pasado de la noticia del fallecimiento de Peter Yang a través del blog Wudeporclub (gracias Peio), titulo el post de la misma manera.

Como de tantos otros Peter Yang fue mi primera referencia de un maestro de Taichi. En unos años muy jóvenes, principios de los 90, donde yo aprendía a descubrir el mundo a saltos entre una gran curiosidad espiritual y efervescencia juvenil por las pasiones más terrenales y emotivas. Apasionado por ese arte casi desconocido entonces en mi entorno, la única referencia que conocí fue la enseñanza de Peter Yang.

Excepto porque mi cuerpo y curiosidad entonces me pedía más práctica y conocimiento del aspecto marcial del arte, su enseñanza y su presencia en aquella época me encajó como un guante por su perfecta simbiosis entre la herencia recibida de mi educación religiosa occidental cristiana y la filosofía oriental Taoísta y Zen que tanto me seducía.

Ya hacia el final de la década exploré otros caminos, otras enseñanzas, otras experiencias y me alejé de su círculo. Sin embargo la semilla que me dejó no se borrará nunca. Quienes probamos y practicamos el "fresquito- calorcito" de su práctica meditativa nunca lo olvidaremos. Como tampoco su gran vitalidad ya bien entrado en la setentena, cuando yo le conocí. En sus seminarios y retiros recuerdo los calentamientos a primera hora del día antes de desayunar que me hacían sudar considerablemente mientras él apenas se inmutaba. Por algún momento en mis fantasías de juventud reconozco sonrojado que llegué a pensar si no sería algún moderno inmortal de los clásicos relatos y leyendas que narra la tradición taoista.

Descansa en paz maestro y muchas gracias por haber existido en nuestras vidas.